descenso del sella

Descenso del Sella

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El Descenso del Sella es una actividad deportiva con piraguas de nivel internacional que se realiza a lo largo de los 19 kilómetros, que son los que separan los puentes de Arriondas y Ribadesella que se encuentra sobre el río Sella, a esta se le une una fiesta popular que ha sido declarada de forma oficial como «de interés turístico».

A esta fiesta asisten miles de personas, la cual se realiza el primer sábado de agosto, siguen la competencia en enormes caravanas de autobuses y coches por la carretera que se encuentra bordeando el río o en trenes que denominan fluviales.

Como se origino el descenso del Sella

Esta actividad fue celebrada por primera vez en el mes de setiembre de 1930 para ese momento no se realizo como una prueba deportiva sino por quince excursionistas de Infiesto, que con una divertida excursión originaron esta fiesta que se convirtió en la más importante de la provincia y en 1951 asisten por primera vez países extranjeros fue así como se convirtió en internacional.

La fiesta se inicia en el puente de Arriondas, donde concurren cualquier clase de personas, los palistas que participan caminan por las calles de la villa haciendo un cortejo en honor al Dios Neptuno, quien desde la edición número XXXV es el encargado de imponer la Gran Condecoración de la Orden Neptuniana, a todo aquel que desee recibirla.

Cuando los piragüistas se encuentran alineados en las dos márgenes del río, se da la salida con un verso simple pero festivo acompañado por un Asturias patria querida dicho por todos los presentes, es así como comienza la doble carrera de piragüistas y seguidores, al igual como hace muchos años hicieron los excursionistas de Infiesto.

El punto final de la carrera es en los monolitos que se encuentran en el puente de Ribadesella, allí se graban los nombres de todos los ganadores. Luego en Llovio se comienza a celebrar una gran romería, para seguir con la fiesta por las plazas y calles de la villa, a donde los espectadores y participante asisten vestidos con trajes típicos de la región, collares típicos elaborados en papel, además de exóticos vestuarios.

Esta es una gran experiencia, muy divertida, con una mínima dificultad, se puede bajar en pareja, solo en la canoa o con dos acompañantes, porque lo único que se quiere es pasar un día divertido y diferente, para luego disponerse a disfrutar de la romería y la fiesta.

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